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Rubén Darío es conocido por ser el mayor representante del Modernismo en lengua española. Su influencia llega hasta nuestros días.

De Rubén Darío se ha dicho casi todo y lo que yo pueda aportar no deja de ser una experiencia particular a partir de su su lectura. Nunca me he cansado de releer su obra, pues en cada acercamiento a sus composiciones he sentido la misma frescura y renovación de mis pensamientos.

La poesía del nicaragüense está llena de olores, cromatismo, sensualidad, sugerencias, homenajes, cosmopolitismo, fusión. Tiene la vitalidad del goce erótico y la profundidad de las heridas del existencialismo. Sus personajes, de diferentes mitologías y tradiciones, conviven en los versos, cuya musicalidad nos recuerda que la lírica actual tiene raíces en el cierre del siglo XIX y, por eso, Rubén Darío es el genio de la modernidad.

Mía

Mía: así te llamas.
¿Qué más armonía?

Mía: luz del día;
mía: rosas, llamas.

¡Qué aroma derramas
en el alma mía
si sé que me amas!
¡Oh Mía! ¡Oh Mía!

Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.

Yo triste, tú triste…
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?

El libro Antología reúne poemas de Azul…, Prosas profanas y Cantos de vida y de esperanza. Esta edición de Carmen Ruiz Barrionuevo es muy completa y se divide cuatro partes:

  • «El caracol y la sirena»: Octavio Paz habla acerca del Modernismo y de la figura de Rubén Darío. Este ensayo explica las claves del movimiento cultural y aporta una visión sintética del contexto en el que surge el arte nuevo.
  • La introducción de Ruiz Barrionuevo: analiza las etapas por las que transcurre la poesía de este autor.
  • Selección de poemas: cada una de las composiciones aparece comentada.
  • Apéndice: al final del libro se encuentran los textos complementarios, los cuadros cronológicos y actividades que se pueden realizar.
Retrato de Rubén Darío

Rubén Darío (Fuente: Wikipedia)

Los estudios, las anotaciones, la bibliografía y el material académico sirven para facilitar la interpretación de los poemas. No obstante, el lector que se aproxime a Rubén Darío debe dejarse arrastrar por la prosodia, los símbolos, la sinestesia, los instantes, la atracción… Es la Belleza, el Arte y la Pasión en mayúsculas los que hacen posible la vigencia de estos versos que fueron escritos hace más de un siglo.

Preludio

Yo soy aquel que ayer no más decía
el verso azul y la canción profana,
en cuya noche un ruiseñor había
que era alondra de luz por la mañana.

El dueño fui de mi jardín de sueño,
lleno de rosas y de cisnes vagos;
el dueño de las tórtolas, el dueño
de góndolas y liras en los lagos;

y muy siglo diez y ocho y muy antiguo
y muy moderno; audaz, cosmopolita;
con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo,
y una sed de ilusiones infinita. […]

Así que parece que no somos ni tan modernos ni tan originales. Quizás convendría retomar hoy en día la raíz del Modernismo para crear nuevas sendas por las que dirigir la creatividad y la sensibilidad. Nunca está de más (re)leer a los clásicos viejos y no tan viejos.


NOTAS DE LA AUTORA:
—Datos de la obra

DARÍO, Rubén. Antología. Edición de Carmen Ruiz Barrionuevo. 3ª edición. Madrid: Espasa (Colección Austral), 1999. 301 páginas. ISBN: 84-239-9869-X.

—La imagen del encabezamiento fue tomada con un móvil Samsung S3. Sin embargo, la otra fotografía, la del autor, se ha obtenido de la Wikipedia.

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