Joker por Phoenix

Los escritores malditos se alimentan de las entrañas para revolucionar la literatura. La sociedad los rechaza, oculta, niega. Pero los necesita para su salvación. 

Con el estreno de Joker, la etiqueta de maldito ha invadido los medios de comunicación. Y es que al público nos seduce lo prohibido, lo políticamente incorrecto. Cansados de la cotidianidad, del traje de la apariencia, simpatizamos con el viaje a los infiernos de Arthur Fleck, genialmente interpretado por Joaquin Phoenix, un actor no exento de claroscuros.

Malditos hay muchos, no solo en el cine. En desorden surgen Charles Baudelaire, Alejandra Pizarnik, Edgar Allan Poe, Jaime Gil de Biedma, Sylvia Plath, Leopoldo María Panero, Lou Reed, Chavela Vargas, Patti Smith, Lucia Berlin, Joaquín Sabina… Por citar solo algunos.

Aplicado a la literatura, este adjetivo se emplea por primera vez en Los poetas malditos. Más que un ensayo al uso, se trata de la presentación y alabanza de seis rapsodas: Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L’Isle-Adam, y el mismo autor (bajo el anagrama «Pauvre Lelian»).

Los poetas malditos

Los poetas malditos de Paul Verlaine (Fuente: bibliotecavilareal.wordpress.com)

Paul Verlaine, en realidad, toma el testigo de Charles Baudelaire, veintitrés años después de su muerte, en 1884, ya que se inspira en las Flores del mal, concretamente en el poema «Bendición», del que destacamos dos fragmentos:

Cuando por el mandato de un supremo poder,
Aparece el poeta en este mundo hastiado,
Aterrada y lanzando mil blasfemias, su madre
Alza su puño a Dios, el cual de ella se apiada:

Y termina:

Yo sé que reserváis un sitio a los Poetas
En las gozosas filas de las legiones santas
Y que les invitáis a las eternas fiestas
De Tronos, de Virtudes y de Dominaciones.

Sé bien que el sufrimiento es la única nobleza
Donde no morderán la tierra y los infiernos,
Y que para trenzar mi mística corona
Los tiempos y los mundos contribuirán de grado.

El poeta es un elegido de Dios. Desde la infancia, se percibe extraño, diferente a los demás, y, por tanto, rechazado. Como consecuencia, su vida consiste en un peregrinaje para lograr el mayor y más perfecto desarrollo de su obra. Además, a través de sus versos, no solo se salvará del destierro sino que, paradójicamente, redimirá a la sociedad, la misma que lo estigmatiza. De esta forma, se erige como santo y vate, pues acepta el sufrimiento por vocación y comprende los enigmas de la Naturaleza.

Charles Baudelaire por Courbet

Charles Baudelaire por Courbet (c. 1849) (Fuente: wikimedia.org)

En el prólogo de su ensayo, Verlaine prefiere el término «Poetas Absolutos» para denominar a los autores arracimados por el odio hacia el elitismo, un odio recíproco, ya que la sociedad también los reprueba. Son supervivientes, y combaten el rechazo mediante la imaginación y una nueva estética.

Pero los candidatos a escritor maldito no forman una escuela, ni se juntan en torno a un manifiesto ni a unas características ni estructuras literarias afines. Aunque la tradición ha legitimado los casos de Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé y Verlaine, la disensión llega cuando se proponen otros nombres. ¿Solo para los nacidos en Francia? ¿Qué pasa si no desarrollaron su obra en el siglo XIX? ¿Deben haber vivido como ángeles caídos?

En la revista Poesie 1, la nacionalidad francesa, el desarrollo de una contracultura y una vida llena de avatares se consideran relevantes para entrar a este Parnaso underground. Pero los límites cronológicos son laxos: desde el siglo XIV hasta la actualidad. Por tanto, desde Charles d’Orléans a Albertine Sarrazin, pasando por Téophile de Viau, Claude Le Pettit, Gérard de Nerval, Arthur Rimbaud, Guillaume Apollinaire, etc.

Albertine Sarrazin

Albertine Sarrazin (Fuente: anothermag.com)

Se trata de vidas trágicas, como la de Albertine Sarrazin. Un militar dejó embarazada a su criada y la obligó a entregar el bebé a un establecimiento benéfico. Posteriormente, el padre la adoptó, pero sin reconocer el parentesco. Albertine no tuvo una infancia feliz: recibió una educación muy estricta, fue internada en reformatorios y sufrió una violación de pequeña. Ya adulta, se prostituyó y se volvió alcohólica. Debido a su participación en diversos robos, estuvo en prisión y allí compuso parte de sus obras, como El astrágalo:

El cielo se había alejado por lo menos diez metros. Continuaba sentada, sin prisa. El choque debía de haber roto las piedras, mi mano derecha palpaba unos cascotes. A medida que respiraba, el silencio iba atenuando la explosión de estrellas que, al caer, traqueteaban todavía en mi cabeza.

Los poetas malditos, Las flores del mal o El astrágalo perturban al lector, sobre todo por lo que encontramos en ellas: un reflejo de nuestra soledad. Ese desamparo arraiga en Arhur Fleck y lo convierte en Joker, el otro yo, contra el que lucha y al que finalmente se entrega bajando por las escaleras hacia su nuevo reino, el infierno de la ciudad.


NOTAS DE LA AUTORA:

Los poetas malditos tuvo dos ediciones: 1884 y 1888. En la primera, el ensayo contemplaba la obra de Tristan Corbiére, Arthur Rimbaud y Stéphan Mallarmé; luego, en la de 1888, se añadieron Marceline Desbordes-Valmore, Villiers de l’Isle Adam y Paul Verlaine.

—Datos de las obras:

BAUDELAIRE, Charles. Las flores del mal. Edición de Alain Verjat y Luis Martínez de Merlo. 1ª edición. Madrid: Alfaguara, 2006. 616 páginas. ISBN: 978-8437609539.PHILLIPS, Todd. Joker. 2019.

CLEMENTSON, Carlos. Las rosas de la vida : antología de la poesía francesa. Madrid: Eneida, 2014. 726 páginas. ISBN: 978-84-15458-45-6.

ROS DEL MORAL, Jesús. «Los poetas malditos, de lo subjetivo a lo concreto». Anales de Filología Francesa, 1985, n.º 1, pp. 49-68. Recuperado desde: https://revistas.um.es/analesff/article/download/15721/15171/.

SARRAZIN, Albertine. El astrágalo. Traducción de Javier Albiñana. Barcelona: Seix Barral, 2013. 256 páginas. ISBN: 978-8432220333.

VERLAINE, Paul. Los poetas malditos. Recuperado desde: https://es.wikisource.org/wiki/Los_poetas_malditos.

—Imágenes:

Joker: as.com.

Los poetas malditos: bibliotecavilareal.wordpress.com.

Charles Baudelaire (cuadro de Courbet): wikimedia.org.

Albertine Sarrazin: anothermag.com

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