Persépolis es el relato de la búsqueda de identidad al hilo del devenir histórico de Irán. La autora, Marjane Satrapi, nos cuenta su autobiografía mediante la ironía, la sentimentalidad, el reflejo del crecimiento personal. Sin embargo, para mí, lo más interesante se halla en una triste verdad: la confirmación de que la actualidad de este país no dista de la situación que reflejó Satrapi cuando publicó por primera vez el «Libro 1» de esta novela gráfica en el 2000.

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Marjane tomó conciencia desde niña de que nació en una región en la que intervienen muchos intereses económicos, políticos y militares. Sus ojos inocentes tuvieron que abrirse a la injusticia precisamente para luchar contra ella. De la mano de sus padres, de su abuela y de su tío Anouche aprendió a valorar su integridad y su dignidad así como a concienciarse de que la sociedad la forman individuos que han de implicarse en la defensa de los derechos porque eso constituye un deber indisociable al ser humano.

No obstante, la protagonista no es una heroína, sino una persona que comete errores tales como negar su nacionalidad, frivolizar con las apariencias, engañarse a sí misma, autocompadecerse mediante el consumo de drogas o la resignación… Todo esto, en vez de jugar en contra de la narración, provoca que el lector se sienta atraído por un personaje con el que puede empatizar. Los defectos de Marjane se sienten propios y sirven para entender la terrible amputación de libertad que se padece en Irán, especialmente por las mujeres.

2015-04-02 17_copiaLa población iraní es víctima y verdugo. Por un lado, ha sufrido invasiones extranjeras diversas a lo largo de los 4000 años de historia que posee la zona de Persia; por otro, una parte de Irán ha actuado de cómplice para erigirse como la minoría que detenta el poder y a partir de la cual se establecen leyes que persiguen el control del resto de la nación. Pero Persépolis no es una obra de culpas, sino de explicaciones: no se trata de separar a los personajes en buenos y en malos, sino de mostrar al lector que la visión de la historia reciente del país no se puede ni se debe mirar a través de un ojo de buey. Los medios de comunicación, tanto orientales como occidentales, al amparo del poder, han enmascarado en muchas ocasiones una realidad que han vivido y viven los iraníes y, además, han desviado el centro de la polémica hacia el radicalismo religioso, de forma que han realizado el binomio iraní-fanático, pasando por alto un hecho crucial: la lucha cotidiana que llevan a cabo muchos habitantes contra la intransigencia, el cierre de fronteras, la incultura, la desigualdad de género y de clase social, entre otros enemigos de los derechos humanos. Así, de este modo, las viñetas representan momentos ordinarios (por ejemplo, la compra en el supermercado, la asistencia a clases, los encuentros entre amigos, la elección de la vestimenta, las vacaciones o la educación en el extranjero) que adquieren un valor simbólico destacado, pues en ellos se ganan o se pierden pequeñas batallas hacia la libertad.

Para terminar, citando a la autora, recojo estas palabras: «Hoy en día, en Irán, centenares de estudiantes, periodistas e intelectuales permanecen en prisión por haber soñado con la libertad. ¡Eso tampoco os lo han contado! No es grave, creedme. Uno se acostumbra a todo».

NOTAS DE LA AUTORA:
– Las fotografías fueron tomadas en Zamora el 2 de abril de 2015. Se han hecho sobre la séptima edición de Persépolis (2012), obra de Marjane Satrapi publicada por Norma Editorial. Estas fotografías pretenden fomentar la lectura de la novela gráfica. Han sido procesadas a través de https://pixlr.com/.


La búsqueda de identidad en la realidad histórica –
(c) –
Olivia Vicente Sánchez

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