Fugas de James Rhodes

Si eres de los que haces balance del año a través de las lecturas que has realizado, bienvenido a esta lista. Estos fueron mis doces meses del 2018.

Al terminar el año se suele hacer balance de los trescientos sesenta y cinco días como si nos pudiéramos adueñar del tiempo pasado. Para unirme a este inútil recuento, recordaré algunas lecturas del 2018 para que, si quieres, te sumes a ellas durante los próximos meses.

No hubo mejor manera de despedir el 2017 y de comenzar el 2018 que con El cuento de la criada de Margaret Atwood. Esta distopía se publicó en 1985 y la serie de HBO la ha revitalizado. La novela cuenta qué sucedería si una minoría fascista y fanático-religiosa tomara el poder en un mundo con graves problemas medioambientales en el que la mujer ve su papel reducido a ama de casa, acompañante, engendradora de bebés… El libro pone los pelos de punta.

Le siguieron a esta La tercera planta (2017) de Patricia Moreno Raya y Éxodo o cómo salvar a la reina (2017) de David Luna. Dos novelas entretenidas y muy diferentes entre sí. La de Moreno Raya es un thriller en el que la protagonista, una asesina a sueldo, debe cumplir un encargo que le hará cuestionarse su profesión. Éxodo, en cambio, es una obra de ciencia ficción en la que el protagonista relata cómo toda una civilización se enfrenta a su exterminio.

Éxodo de David Luna

El autor toledano David Luna escribe su versión del éxodo de una civilización.

Para cambiar de tono, continué con Fugas (2017) de James Rhodes. El polémico pianista, amante de la paella y de Bach, profundiza en la ansiedad y en los trastornos derivados de los abusos sexuales que sufrió de pequeño; pero, además, analiza su faceta como músico: ensayos, interpretaciones, viajes… No es un libro para todos los estómagos, ya que las páginas pueden provocar desde el llanto hasta la repulsa, pasando, incluso, por la risa. Sin embargo, es una lectura necesaria para dejar de estigmatizar la ansiedad, la depresión o los trastornos obsesivos compulsivos.

La adaptación a las tablas de Matar a un ruiseñor ha hecho historia en Broadway durante la primera semana. Este clásico de la literatura norteamericana escrito por Harper Lee fue todo un descubrimiento, así como la película homónima protagonizada por Gregory Peck que también vi con motivo de la lectura. La obra aborda el racismo a través de la mirada de una niña de seis años, que, junto a sus hermanos, observa cómo su padre, un abogado, defiende a un hombre de color acusado de violar a una mujer blanca. La novela encumbró a la autora nada más publicarse en 1960 y es un modelo para la literatura de tema racial.

George Orwell denuncia la censura y manipulación que ejercen los estados sobre el individuo en 1984, obra cumbre de la ciencia ficción. El autor se quedó corto con sus previsiones, ya que actualmente aceptamos vivir sometidos por internet. La novela inspiró a Terry Gilliam para la filmación de Brazil. Conceptos como el Gran Hermano, la policía del Pensamiento, la neolengua, etc. fueron introducidas por esta obra publicada en 1949. Hasta el término orwelliano se emplea para referirse a una sociedad u organización totalitaria y represora. Otro clásico que no puede faltar en tu estantería.

Las ventajas de ser un marginado (1999) de Stephen Chbosky homenajea la buena música y la adolescencia, aunque no se trata de una novela ligera ya que habla del acoso escolar, la marginación, la soledad, el abandono… Por otro lado, establece un diálogo con Salinger y Holden Caulfield, por lo que 2018 fue el año de la relectura de El guardián entre el centeno (1951).

Para partir la cabeza en dos mitades es Modos de ver (1972) de John Berger. Los ensayos cuestionan la manera de contemplar y analizar el arte, ya que además es un producto de mercado, una muestra de poder… La obra adapta en papel la serie que el mismo Berger dirigió para la BBC en la década de los setenta. Uno de los capítulos más interesantes es el dedicado a la mujer.

Una vez por año tengo la sana costumbre de leer a Enrique Vila-Matas. Aunque he dejado inconclusa Impón tu suerte (2018) por causalidades con las que él escribiría una novela, terminé Kassel no invita a la lógica (2014). Es difícil clasificar este diario, novela, ensayo…, que comienza con la invitación de un escritor a una feria de arte contemporáneo. A partir de ahí, el humor y la metaliteratura se adueñan de la trama.

La asistencia al «Club de lectura de Autoras del siglo XIX» de La madriguera de papel me ha dado numerosas alegrías y la primera de ellas fue Lady Susan (1794?) de Jane Austen. Pensando en que me iba a encontrar una novela ñoña y aburrida, recibí un merecido escarmiento. Esta pequeña joya de la literatura, de prosa ágil, irónica, llena de párrafos inolvidables, relata las peripecias de la protagonista para encontrar marido. Lo más destacado es la caracterización de personajes a través de las cartas así como el desenlace de la historia.

Frankenstein de Mary Shelley por Nordica Libros

Frankenstein fue publicado en 1818. La obra de Mary Shelley ha sido editada para celebrar su aniversario por Nórdica Libros.

Para este club leí después Norte y Sur (1855) de Elisabeth Gaskell y Tras la máscara de Louisa Mary Alcott, además de releer Frankenstein o el moderno Prometeo (1818) debido al doscientos aniversario de la publicación de la obra maestra de Mary Shelley. Aunque la autora es actual, pasé unas tardes muy divertidas con la parodia de Belén Barroso llamada Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre (2015), una novela excelente para reírse de los excesos de la literatura de corte austeniana.

Metida en las obras decimonónicas, en verano pude hacerme con La mujer del porvenir (1869) de Concepción Arenal, una defensa de los derechos de la mujer. En especial, impacta la denuncia de la precariedad en las cárceles así como la refutación de los argumentos que se esgrimían en la época sobre la menor inteligencia femenina. No tiene desperdicio.

En la línea de este tipo de literatura reivindicativa, se hallan Beauvoir y Woolf. Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir (2018) es una biografía escrita por Carmen G. de la Cueva acerca de la filósofa y escritora francesa que influyó de manera determinante en el feminismo con El segundo sexo. Un cuarto propio (1929) y El viejo Bloomsbury y otros ensayos contienen textos en los que, a través de un estilo ácido, inteligente y muy agudo, Virginia Woolf nos acerca la literatura de su época y la lucha de las féminas por hacerse un hueco en ella.

Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir y Un cuarto propio de Woolf

Virginia Woolf y Simone de Beauvoir son dos escritoras fundamentales para entender el feminismo.

Otro autor del que me declaro ferviente admiradora es Augusto Monterroso, Premio Príncipe de las Letras 2000. Su fama deriva de un microrrelato del que se publican en las redes sociales cientos de memes… ¿No sabes cuál es? Recordémoslo:

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Pero Monterroso es mucho más que el ingenio que se resume en estas siete palabras como lo demuestran los libros heterogéneos Letra E (1987) y El paraíso imperfecto (2000). En ellos, escribe sobre el proceso de la escritura, el síndrome del impostor, las lecturas y autores predilectos, la amistad… Un imprescindible para el 2019 si no lo has leído aún.

Para no prolongar más el artículo, menciono para concluir a Alejandra Pizarnik. Esta poeta argentina, de la talla de Octavio Paz, nos dejó obras tan sobresalientes como Extracción de la piedra de locura, Árbol de Diana, Los trabajos y las noches… Todos sus versos fueron reunidos en un solo volumen por Lumen bajo el nombre de Obra completa (2016). Pizarnik es el terreno de las emociones: la niñez, la pérdida de la inocencia, la imposibilidad de domeñar la palabra, el dolor… Rinde homenaje en sus poemas a los poetas malditos, Olga Orozco o Alicia en el País de las Maravillas, entre otros.

Todas las listas son injustas porque obligan a elegir y desechar. El 2018 también fue el año de releer Ficciones de Borges y Las flores del Mal de Baudelaire; regresar a García Márquez con Ojos de perro azul; conocer Nada de Laforet, El largo viaje de un triángulo azul de Maquedano, Prins de César Aira, La noche de la Usina de Eduardo Sacheri, Muerte entre las estrellas de Laura Balagué, Fracasamos al soñar de Dioni Arroyo, Teoría King Kong de Virgine Despentes…

Y tú, ¿con qué libros compartiste los trescientos sesenta y cinco días del 2018?


NOTAS DE LA AUTORA:

—Las fotografías pertenecen también a la autora del artículo.

—Puedes escuchar la sección Maldito Libro dedicada a este recuento de lecturas durante el programa de radio Luna Roja, que se emite en directo en Onda Polígono Toledo todos los jueves de 21:30 a 22:30 en el 107.3 FM y en streaming:

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