¿Qué tienen en común Jasón y Blancaflor? ¿Cuáles son las diferencias entre el mito y el cuento tradicional? En la literatura, los límites genéricos son difusos.

El mito, como adelantamos en una entrada anterior, guarda parentesco con el cuento tradicional maravilloso en tanto que se repiten estructuras, personajes e ideas vinculadas con la identidad del ser y de la comunidad. Además es evidente el uso del secreto para reflejar la lucha entre el deseo de saber y sus consecuencias.

Jasón y Blancaflor, el eterno retorno

Hay relatos que nos sorprenden por su similitud. ¿A quién no le han contado la historia de un héroe que rescata a una mujer en apuros con la ayuda de un tercer ser? Ese hilo conductor está presente en dos de los ejemplos más conocidos: el mito de Jasón y el cuento de Blancaflor.

Jasón va en busca del vellocino de oro. Para superar las tres pruebas, logra la ayuda de Medea, la nieta del rey Sol, que no duda en traicionar a su familia. Como recompensa por su generosidad, Jasón le promete unirse a ella en matrimonio. Sin embargo, una vez que logra el vellocino, se olvida de la promesa, incluso de los hijos que han engendrado, y se casa con otra mujer. Como venganza por la ofensa, Medea le manda regalos envenenados para acabar con el héroe y además degüella a sus hijos. Finalmente, desaparece volando en un carro tirado por dragones.

Jasón y Medea, de Gustave Moreau.

Jasón y Medea, por Gustave Moreau (Fuente: Wikipedia).

En el cuento de Blancaflor, un matrimonio está desesperado por tener hijos, así que le pide ayuda a Dios. En su angustia, los reyes prometen que no les importaría que el diablo se llevara a su hijo cuando cumpliera veinte años. El niño nace y, cuando se hace mayor, se vuelve adicto a los juegos. En una de sus apuestas, se juega su propia alma, sin saberlo, delante del diablo. Para recuperarla, deberá ir a un castillo y vencer tres pruebas. El príncipe de veinte años obtiene la ayuda de una anciana, quien le revela cómo superar uno de los trabajos: esconderle la ropa a Blancaflor, la hija más pequeña del diablo. El viaje continúa: Blancaflor ayuda al joven, y este promete casarse con ella. Tras vencer las tres pruebas y huir del diablo, el príncipe, ya en su tierra, se olvida de la promesa dada a Blancaflor y prepara su unión con otra mujer. La hija del diablo, desesperada, quiere suicidarse, pero el príncipe aparece y se resuelve la historia con el matrimonio entre los dos.

Los paralelismos son claros:

  • Los héroes, que suelen tener un origen especial, están marcados por un destino y han de enfrentarse a unas pruebas. El oráculo vaticina a Pelias que su trono correrá peligro por un hombre que llevará una única sandalia; ese hombre será Jasón. Igual de misterioso es el origen del príncipe, pues en él están implicados tanto Dios como el demonio.
  • Los obstáculos se vencen gracias a la ayuda de personajes con poderes o rasgos peculiares (Medea y Blancaflor).
  • Suele haber un enfrentamiento entre el personaje principal y una bestia o monstruo. Jasón se enfrenta a las Harpías, dos peñascos enormes con movimiento, unos toros… Igualmente, el príncipe debe conseguir tres objetivos: primero, en un día, tiene que allanar una ladera, sembrar trigo y cocinar pan para el diablo; segundo, allanar una montaña para plantar cepas y, de ellas, hacer vino; y, por último, recuperar en el Estrecho de Gibraltar un anillo que se había perdido.
  • Existen prohibiciones que, a pesar de haber sido impuestas, no se respetan. Jasón no respeta la unión con Medea, como tampoco, en un primer momento, el príncipe. 
  • Se pretende apartar al héroe de la posición que le corresponde por derecho y que suele recuperar. Jasón recupera el trono y el príncipe, su alma.
Escultura de mujer

Blancaflor es un cuento tradicional de la Península Ibérica.

Sin embargo existen diferencias de igual evidencia:

  • Los cuentos, frente a los mitos, son relatos cerrados e independientes, es decir, aunque posean versiones, son unidades aisladas que no se alimentan unas de otras. El mito, en cambio, establece relaciones con otros mitos, de hecho los personajes aparecen en relatos que se ramifican.
  • Los personajes son más detallados, es decir, tienen propiedades que los distinguen de otros y esas características están determinadas por su conducta. En los cuentos, los son más planos y apenas se hallan perfilados.
  • En el mito, los espacios también están más definidos hasta el punto de que aparecen descripciones que otorgan a los lugares una identidad, incluso se refieren a ubicaciones reales. En los cuentos, los lugares no suelen tener nombre ni están vinculados con una localización geográfica concreta.
  • Además, los finales suelen ser desgraciados en los mitos y felices en los cuentos maravillosos.

Un personaje es capaz de romper con una cadena de sucesos aciagos, si con su valentía y bondad vence al mal. Así pues, al romperse el obstáculo —un secreto o misterio—, se desencadena el final, feliz o no dependiendo de la conducta del personaje. Caperucita, al no obedecer a su madre, encuentra su enseñanza (la verdad) en los colmillos del lobo. Esa verdad, de la que le había prevenido su madre, estaba oculta para ella, puesto que, aunque haya sido revelada, la ignora, la entierra, con el fin de mirar hacia otro lado. Las consecuencias son claras: no enfrentarse a la verdad o desobedecerla, trae, como consecuencia, la muerte, el dolor, el fracaso.

Los cuentos tradicionales maravillosos embelesan, pues el mal y el bien se presentan separados, con unos límites claros, ya que son consecuencia de las acciones humanas o de otros seres hostigadores. Si hay mal comportamiento, hay castigo, y eso al lector le complace, pues los actos reciben justicia poética

Grafiti mujer

El cuento en el siglo XX sufre una profunda transformación que desemboca en nuevos modelos narrativos aún vigentes.

A finales del siglo XIX y principios del XX, las estructuras narrativas experimentaron un cambio de raíz. Los viejos modelos de la literatura popular y culta resultaban demasiado encorsetados para los autores y autoras que deseaban explorar los límites impuestos por la tradición. De este modo, surgieron el relato y la novela tal y como los concebimos actualmente, esto es, en una pugna constante con sus elementos. El secreto, como elemento vertebrador, los acompaña durante la metamorfosis.


NOTAS DE LA AUTORA:

—Bibliografía y fuentes:

REY BRIONES, Antonio del. Tiempo de lectura. 1ª edición. Madrid: Akal, 2010. 400 páginas. ISBN: 9788446028703.

COLOMBRES, Adolfo. «Del mito al cuento». Recuperado desde: http://www.lacult.unesco.org/docc/oralidad_06_07_19-22-del-mito-al-cuento.pdf. Se desconocen más datos acerca del artículo.

LORENZO VÉLEZ, Antonio, «Blancaflor la hija del Diablo (Notas sobre un cuento maravilloso español)». Recuperado desde: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/blancaflor-la-hija-del-diablo-notas-sobre-un-cuento-maravilloso-espanol/html/. Se desconocen más datos del artículo.

OVIDIO. Metamorfosis. Traducción de Consuelo Álvarez y Rosa M.ª Iglesias. 4ª edición. Madrid: Cátedra (Letras Universales), 2001. 824 páginas. ISBN: 84-376-1381-7.

TAIPE CAMPOS, Néstor Godofredo. «Los mitos. Consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos». Gazeta de Antropología, 2004, n.º 20, artículo 16. ISSN 0214-7564. Recuperado desde: http://www.ugr.es/~pwlac/G20_16NestorGodofredo_Taipe_Campos.html.

—Imágenes:

A excepción del cuadro de Jasón y Medea, la autora tomó las fotografías en Buenos Aires, durante agosto de 2018 con una Nikon D3200.

 

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